Sandra Massera, directora de la
Compañía de Teatro El Umbral, de Montevideo,
Uruguay. | |
El Umbral eligió el más complicados de los
caminos y es que voluntariamente se ha dedicado a explorar caminos
pocas veces recorridos o abordados con éxito. Esta compañía de la
capital uruguaya, Montevideo, decidió transitar a través de los
laberintos.
Sandra Massera, directora de la Compañía El
Umbral para el montaje "Minotauros" explica que uno de los grandes
desafíos de esta pieza era adentrarse en el significado de los
laberintos. "Es saber qué significa el laberinto para la mente
humana, Por una parte está el laberinto físico, pero también el tema
del laberinto mental, la idea de perderse que fascina al ser humano
y la idea de estar perdido en un lugar".
Junto con esto, la obra se desplaza entre dos
momentos que, a juicio de Massera, son cúlmines en la historia de
Occidente y que, al mismo tiempo, son poco conocidos, como el mito
del minotauro y la cristiandad del siglo XII, "en la cual los
laberintos tienen una significación importante para el hombre
cristiano y es que en las catedrales y abadías se diseñaban, los
baldosas en el piso, los laberintos que los cristianos debían
recorrer de rodillas para alcanzar el centro, que significaba que
alcanzaban la salvación".
El trabajo con la obra "Minotauros" comenzó en
1997, cuando empezaron a estudiar el texto y paralelamente se
debieron organizar jornadas de estudios sobre el mito del minotauro
(según la mitología griega era un monstruo de la isla de Creta,
mitad hombre y mitad toro, hijo de Pasífae (esposa de Minos y de un
toro) y que fue escondido en un laberinto). Así como también fue
necesario introducirse en los textos de los pensadores medievales
Pedro Abelardo y Eloisa. "A ella —acota la directora— no la dejaban
participar públicamente, pero Eloisa luchó toda su vida contra eso,
entonces la obra tiene la actualidad de que de alguna manera
reivindica la lucha que todavía tenemos las mujeres de ocupar
nuestros puestos y de que nos escuchen".
Todo este trabajo fue llevado a escena y la
obra se mantuvo en cartelera hasta 1999, cuando se debió cambiar
debido principalmente "porque ésta era muy costosa de producción",
acota Massera. Pero el año pasado volvió a cartelera y hubo
funciones hasta fines de año y este año la debieron reestrenar en
mayo.
Uno de los leitmotiv para la compañía al
mostrar esta obra es "enfrentar los terrores básicos del ser humano
de perderse y encontrarse con algo que lo dañe o lo lastime, además
el laberinto es el arquetipo de un largo viaje y es la consagración
del héroe, del ser humano que vence sus miedos interiores y se
fortalece".
SELLOS
El Umbral es una compañía independiente y por
lo mismo debe caminar por los intrincados senderos del
autofinanciamiento y convivir con otras 40 compañías que actualmente
dan vida al movimiento montevideano. Según la directora, actualmente
en Montevideo "hay un fervor impresionante por el teatro, está lleno
de grupos. Algunos ya son instituciones en el país y hay algunos
grupos, muy pocos, que tienen su sala propia, los demás somos
itinerantes y debemos alquilar para poder trabajar, con lo cual
nunca ganamos dineros y más bien perdemos".
Uno de los sellos de esta compañía es que
privilegia mucho la investigación y "nunca ensayamos una obra menos
de un año y, por ejemplo en "Minotauros" fueron tres años de
investigación".
Marta Zúñiga
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